martes, 6 de octubre de 2015

amenaza la mañana disentir 
y dejar entrar en un solo viento
soplos de fuera hastalterar todos tus dulces años
vinimos del costado desde el costado abajo
armando y llegamos a tocar el sol
repetimos formas permitidas invirtiéndonos
infiltrándonos
tan pronto comprendimos que la alteridad
tiene escondites en la soledad
y que hace falta hablar lenguas esquivas
repetimos esas formas permitidas
y sin siquiera fingir, una mañana disentir
y dejar entrar en un solo viento soplos de afuera hasta alterar todos esos dulces años que habitamos escondidos
crecimos del costado desde el costado abajo armando y dando señuelos a los hombres que pura necesidad sucumben ante el frágil coqueteo de la pertinencia.

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