jueves, 27 de diciembre de 2012

Si somos ejemplo de algo
puede que seas el éxito
y yo la derrota
y aún son muchos
los que claman
reivincarse
cantando agachados
esperando el alba
que nunca
llegará para sanar.

de ayer y hoy

ya me acostumbré





Puede ser
que la herida
siga un poco abierta.


Mientras me guardo en una soledad que roza lo alarmante y que se me aparece por un lado como una necesidad, una decisión y por otro lado como una fatalidad, una inevitable renuncia... mientras me guardo en esta soledad busco en el sonido una respuesta, quiero sanar una herida vieja. Me pregunto cual es la relación que existe entre pena y música (casi escucho en un eco un juicio ajeno, una afirmación moral sobre los usos de ciertas pasiones, las formas saludables de hacer arte).
En fin, podría pasar horas describiendo mi dolor en palabras, hasta podría encontrar la forma de culpar a la entera naturaleza humana por mi pesar. No sé hasta que punto esto me vaya a servir de algo,
siempre tengo un pie afuera y uno adentro- del abismo-.
Si hay algo como el amor, puedo confesar ahora, antes de que mi verdad se pudra en mi como tantas cosas, que no lo conozco. O ya lo olvidé.  Y cada vez parece más dificil...
Y  ahora que me ves desarmado, sabé no bajé la guardia,
no hay nada mas fuerte que mis ganas de ser feliz, más aun, no hay nada que me boicotee más que mi fé, mi amor incondicional, mi terquedad. No puedo escribir una linea, ni puedo cantar un verso, sin que se me vea todo, de arriba abajo, desnudo en el universo que me hiere. Mis palabras van saltando y entre ellas se acurrucan pensamientos tácitos, silencios elocuentes, mi amor, me escuchas? todavía me escuchás? alguna vez me escuchaste?
Alguna vez elegí tener la frente en alto para que el mundo se aturda de mis lágrimas, o para simplemente no sentirme tan común y triste. Y cuando todavía pienso que voy a remontar, salir de esta especie de tortura crónica que se libera en mi cabeza como un terremoto o una fiesta sexual, entonces me encuentro desprevenido y caigo el doble, caigo enamorado (y es que no sé lo que es...) en ese abismo que ya conozco... es un lugar oscuro y pegajoso, las formas no se distinguen con claridad y parecen monstruos. Hay fantasmas caminando hacia el olvido en manada, hay un niño mirando la nada. Suena una música colérica y como enclaustrada, palpitante, a punto de estallar, como un coagulo. Y entonces te veo, asomar desde allá arriba, donde hay luz, pero no podemos convencerme.