domingo, 29 de mayo de 2011













































estiró su brazo largo al mar
desnudó su alma en las orillas
su corazón se convirtió en sal
cuando se acabaron los placebos del lugar

vomitó la cruda realidad
congelada entre las cosas que se caen
que se caen.

Su cara está gastada

Tuvo la cara manchada. Apretó los labios vacilante ante el reflejo terrible de la mirada ajena (ve el brillo opaco de sus propios ojos enmarcado en otra pupila). Lleva los ojos menguantes. Eso parece casi un ademán natural grabado eternamente entre "las grietas de su cara". Hubo como un velo entre su cara y el mundo, sus expresiones se confundieron con amor o con odio, pero fueron el efecto de superficie de millones de culebras y sapos luchando en su cabeza aturdida y confundida. Quiere llorar, gritar de dolor, morir y después callar.

martes, 17 de mayo de 2011

formicario

El jugador insaciable pateó su mejor centro y la pelota se elevó, empequeñeciéndose, hacia el cielo rebosante de estrellas muertas de frío y empapadas de fábulas y de cuentos de antes, y asi atravesó el cosmos entero y cayó hondo en los agujeros negros de lo desconocido. ¿Hubo el jugador insaciable visto el recorrido eterno de la pelota? Si, hasta que sus ojos cansados y miedosos perdieron foco y se nublaron en la máxima expresión de los límites de su capacidad humana, capacidad finita y sacralizada, sobrestimado sosiego ante la noción nefasta de lo incognoscible, de lo que trasciende la capacidad misma de la razón y de la sensibilidad humana, como trasciende a la capacidad de una hormiga levantar el peso de una hoja demasiado grande y pesada en relación a la pequeñez y lamentable liviandad del insecto. No importa cuanta capacidad de alcance pretenda tener la propensión técnica del jugador insaciable. No encontrará artefacto o herramienta o recurso que le permita trascender sus propios límites racionales, forzados hiperbólicamente, cuya terrible vanidad adorna el desierto siniestro que encierra el vacío de la mente sola y separada del amor, del calor, del frío, de la verdad, del conocimiento, y de todas las fantásticas postergaciones consensuadas en pos de la desidia y el miedo al conocimiento del eterno devenir, que operan para subordinar la libertad al conformismo de la vida tolerada, oprimida, pero aparentemente perpetua .
¡OH Pobre jugador insaciable! Su juego se precipita a la inmensidad y a la eternidad pero sus ojos no le permiten quebrar los cercos de su propia finitud. ¡OH Pobre jugador insaciable! Mírate inventando verdades en tu más terrible desesperación, tanteando en las profundidades o en los cielos para luego negarlos y humillarlos, inventando fórmulas y sistemas lingüísticos y torpes convenciones sociales para erigir una gran fábrica de velos, que luego serán distribuidos para cubrir los infinitos padecimientos de la realidad, que reclama valentía y determinación, que exige desprecio de los pre conceptos, de las verdades eternas e imperecederas, que exige ahondar allí donde está oscuro y fundirse en la densa telaraña del universo.
¡Cuan grande es su duelo! ¡Cuan solitario es el camino hacia...si mismo! El jugador insaciable bebe y come y piensa y siente y se reproduce como las hormigas designan jerarquías relativas al alimento y a la reproducción como medios de supervivencia, o como las águilas se valen de sus garras para atrapar a sus presas.

domingo, 15 de mayo de 2011

estoy hablando del vecino..

Me pasa que cuando estoy muy triste se me ocurren ideas de lo más negativas... figúrese usted, que se me ocurre la idea de deshilacharme hasta desaparecer (estoy seguro de que eso lo leí en algún cuento) o sumirme en un autismo absoluto... imagino que me olvido de como hablar, de como pensar y de como cruzar la calle...
Me pasa que cuando estoy muy solo empiezo a sentir la necesidad de compañía... pero la compañía no es más que un reflejo cobarde... a veces pienso que los hombres necesitan hacerse sufrir entre sí.
Me pasa que cuando quiero dormir, se me aparecen imágenes de lo más vergonzosas...
Me pasa que el mundo me hace sentir / o que yo me hago sentir/ que tengo el alma mala, como diría el Erdosain de Roberto Arlt. Eso me pesa muchísimo. No es lindo sentirse una mala persona...
Me pasa que a veces pienso que el mundo es objetivamente terrible.
Me pasa que me río de todo.
Me pasa que no entiendo a nadie (y, claro, viceversa).
Me pasa que estoy cansado de estar triste.
Tambien me pasa que no me encuentro en ningún lado.
Me pasa que esta ciudad es una mierda (sin ánimos de naturalista, preferiría cualquier ciudad) y que siento que le debo cosas a las personas... y que quiero hacer la revolución... y que quiero ser libre... y que algo definitivamente no esta funcionando...


Y me pasa que esas cosas me pasan la mayor parte del tiempo.
ojalá algún día deje de amenazar con irme.. y me vaya de una vez.
de ellos, a priori.
y de mi mismo.