jueves, 20 de junio de 2013

Andante sostenuto
nostálgico
cuidadoso, temeroso, como un niño acechando lo prohibido, violines dulces
me veo caminar por un lugar que no conozco
es fácil decir que es un bosque maravilloso
notas largas, deslizadas

gente que no es feliz y por eso decide cambiar, moverse, aunque implique desordenarlo todo para encontrar algo mejor. Tras sus acciones, hay motivaciones firmemente arraigadas, fe en cierta idea de lo bueno, de lo feliz.
Y así andamos, los recién llegados, fuertemente ilusionados, defensores obstinados de nuestra visión delirada del mundo..


Me gusta encontrar gente con la que hablar de las cosas como si todo fuera gigante, con palabras que siempre dicen algo más, pero que nunca importan del todo, no son tan determinantes, son sólo una expresión de lo momentáneo, del delirio que se renueva a cada instante desilusionándose y naciendo hacia algo nuevo cada vez. Es triste pensar que tras eso hay ciertas lecturas, ciertas comprensiones mutuas; o quizás, la TV y el cine. Hay veces que por la forma de hablar uno puede decir que autor está leyendo el otro, o que película vio hace poco. Y aunque sean puentes, están vacíos, no son seguridades sino más bien ilusiones colectivas.

No sé escribir. No me importan ni la forma ni las reglas gramaticales ni siquiera me importa que se entienda algo de lo que digo. no creo que se entienda, de todas maneras, ni aunque lo pase por los filtros convencionales que aparentemente ayudarían.
No, esto es inexpresable. Solo el cuerpo, la caricia, podrían decir lo que hay en mi imaginación.

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