jueves, 23 de agosto de 2012

Vuelvo a nacer.
De tanto reflexionar mis reflexiones se me aparecen burdas, vacías.
Puedo ver el retroceso - en mi existir
conservo algo de mis viejos tiempos
y el porvenir
es el concilio eterno entre mi cuerpo y mis sueños muertos
que se caen,
se desprenden.
Nunca aprendo.
Solo que ahora el pasado es una palabra perdida
y el futuro es una amenaza barroca
exhorbitante y retorcida
comedia de sí (de mi)
Vuelvo a nacer
Nazco de mi
Soy una ola rompiendo en las orillas
fundiéndome en mi origen
rompiendo con mi propio cuerpo
que  alucina toda esa creación
me siento inmenso.
Nazco de mi
entre los pliegues que se ocultan en cada estrella
asoma el movimiento de mi alma
precipitándose sobre las cosas y sobre los seres
es mi voz
que lleva las marcas que dejó el mar, mi pueblo natal,
 mi tropezón hacia un futuro que no debía llegar nunca y que todavía no llegó.
No llegó aquí donde todavía despertaba
a la madrugada
ángel de la guarda
en este cuarto desordenado
lleno de juguetes
los hermanos sean unidos;
No llegó aquí donde todavía no existía la noche  y donde todos los caminos conducían a casa
esa fortaleza eterna que existía más allá del tiempo y del espacio exterior.






Me pregunto cuanto
de lo que hay en mi
es definitivo.


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